rss search

Distancia premeditada

line

Nos unen muchos valores y hemos sabido negociar los que nos separan. Hemos comenzado con buena letra y la prisa nos ha empujado a querer más. Sin embargo, hoy siento que algo se acaba, que algo no fluye y bloquea el sentido. Sin saber por qué, te noto distante, abstraída e incluso arisca. Siento que me rechazas del mismo modo en que ayer me abrazabas con cariño.

No hemos diferido en nada, no hemos discutido, ni tan sólo hemos conversado y sin motivo aparente, estamos alejados.

No deseaba encontrarte y mucho menos conocerte. No quería perder mi equilibrio ni dejarme querer, es más, no quería quererte y ya ves, me convenciste para que lo hiciera. Después de años sin sentir nada, has conseguido que vuelva a querer, que vuelva a creer, que vuelva a tener ilusión. Pero, por lo visto, sólo es eso, una ilusión, fruto de un momento álgido que ahora no sirve para nada.

Te pedí que no me engañaras, que no me embaucaras con fuegos fatuos, que no jugaras conmigo, pero no, no me tomaste en serio, preferiste hacerme daño y ahora soy yo quien paga la cuenta.

Seguramente no soy perfecto, es más afirmo que soy muy imperfecto. Tengo defectos, tengo manías, tengo mal genio y también tengo arrugas. Las canas me acosan pero también la experiencia y las ganas de compartirla. Tal vez no soy un ideal a seguir y es posible que no sea el mejor hombre que puedas desear, pero si de algo estoy seguro es de que te he cuidado como nadie lo ha hecho contigo hasta ahora. En cualquier caso, por si la memoria también me acaba fallando en algún momento, quiero decírtelo, por última vez: te quiero churri.

P.D.: sea cual sea nuestro estado en este momento, gracias por los abrazos que me has regalado en el sofá. Para mí han sido muy especiales.

Escuchando: un absurdo sollozo inevitable
Autor: tú



Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *