
Falsa despedida

Dejando la puerta entreabierta, te marchas mirando hacia atrás, con la elíptica intención de no querer alejarte. Como el anhelo de un futuro que no quiere ser pretérito y sin embargo, se diluye en el presente sin apenas darse cuenta.
Sé que me mientes, porque tus medias sonrisas son tus medias verdades, hilvanadas sin mucho acierto y torpemente enunciadas, dubitativa, titubeante porque ni tú te las crees. Y en mi camino, con los bolsillos llenos de dudas, seguiré sin entender tus razones, tus excusas y argumentos, carentes de mi lógica, vacíos de mi sentido e incoherentes por sí mismos.
Sembraste dudas con semilla de respuesta y nuestro último beso sonó a pausa con deseo de secuela. Tu saliva me brindó sabor a incertidumbre y el tacto de tus labios, calor de interrogación. Y ahora mi sino es elidirte, omitirte, borrarte, pero ni quiero ni sé olvidarte y aunque a la fuerza ahorcan y mi soga apriete, me quedo con tus besos, tus medias sonrisas y treinta días de dulce engaño. Princesa.
Escuchando: Sí (nueva versión)
Autor: Enrique Bunbury (gracias por prestarme algunas de tus palabras)